“‘Norte’ es el rumbo que buscamos constantemente en lo que hacemos. También es nuestra raíz, ya que dos de los tres que formamos ‘Rosa Incaica’ somos tucumanos por nacimiento y Annelise Skovmand ya lo es por opción”, afirma Pablo González Jazey. El trío lo completa Pablo Manuel Arroyo, y actuará hoy a las 22, con entrada gratuita, en la sala Miguel Ángel Estrella del PJ, Virgen de la Merced 157, en el 54° Setiembre Musical.
- ¿Qué problemas o desafíos enfrentan en la fusión de géneros?
- Lo más complicado es tratar de no perder la esencia de los temas. Mejor dicho, adaptar esa esencia a la realidad de cada uno. Annelise pasó varios años absorbiendo temas populares hasta que se animó a cantar zambas, chacareras y vidalas tamizadas por su propio bagaje cultural (EEUU), buscando nuestra propia sonoridad.
- ¿Cómo es su relación con el folclore tradicional?
- Es una definición limitada si es que responde a la idea del folclore de ser anónimo, de la tradición oral. Me gusta escuchar un violinero o las bagualas recopiladas, pero no todos los días. En mi casa se escuchaba al Dúo Salteño, a Mercedes Sosa y a Eduardo Falú; yo me enganché con el Chango Farías Gómez y el Pato Gentilini fue un gran maestro y un gran innovador. Creo que siempre hay un diálogo entre lo tradicional y lo de proyección como entre lo académico y lo popular.
- ¿Por qué en los grandes festivales no hay espacio para tu estilo?
- No lo sé. El año pasado tocamos al aire libre junto con Jaime Torres y el Chaqueño Palavecino y nos fue muy bien. Ahora trabajo en un CD con canciones de Falú.
- ¿Qué te da artísticamente perfeccionarte en el exterior?
- Muchas oportunidades, el placer por la investigación y el trabajo multicultural. Boston es una ciudad cosmopolita llena de estudiantes ávidos de experimentar. Y el alejarte te da una idea más clara de todo lo que recibiste.